Malungputra, un buscador de la verdad, acudió a Buda. Buda le preguntó:
- ¿Qué andas buscando?
-Busco mi yo. Ayúdame -dijo Malungputra.
Buda le pidió que prometiera hacer todo lo que se le indicara. Malungputra se echó a llorar y dijo:
-¿Cómo voy a prometer nada? No soy. Todavía no soy, así que ¿cómo puedo prometer? No sé lo que voy a ser mañana. No tengo ningún yo que pueda prometer, así que no me pidas imposibles. Lo intentaré. Eso es lo máximo que puedo decir, que lo intentaré. Pero no puedo decir que haré lo que tu me digas, porque ¿quién va a hacerlo? Lo que busco es eso que puede prometer y cumplir una promesa. Todavía no lo soy.
- Malungputra - dijo Buda-, te he pedido eso para oír esto. Si hubieras prometido, te habría rechazado. Si hubieras dicho "te prometo que lo haré", yo habría sabido que no eres un auténtico buscador de la verdad, porque un buscador debe saber que aún no es. De lo contrario, ¿qué sentido tendría buscar? Si ya eres, no hay necesidad. No eres! Y si uno puede sentir eso, el ego se evapora.
***Libro: Conciencia, la clave para vivir en equilibrio. OSHO.***
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