Resulta muy agradable la sintonía que aparece con determinadas personas; darse cuenta que resonamos con ellas y que sus palabras y emociones encuentran un eco en nuestro interior. Nos gusta que nuestro mundo sea compartido por otros, sin dejar de ser nuestro.
¿Que pasaría si empezáramos a prestar atención, con igual actitud, a los que no piensan igual que nosotros, a los que no creen lo que nosotros creemos?
Diseñamos un mundo a nuestra medida con nuestras creencias, deseos, experiencias, pensamientos y emociones. Otras creencias y anhelos construyen otros mundos. Invito a explorar esos otros mundos, que conviven junto al nuestro y este juego puede convertirse en la gran aventura, en el gran viaje, del que únicamente unos pasos nos separan.
¿Por qué soy explorador(a)?
Que nada, ni nadie rompa tu paz en este día.
Feliciana García Gómez. Revista Espacio Humano, octubre 2010.
www.espaciohumano.com
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