domingo, 24 de octubre de 2010

En presencia de la Madre María


Antes de ocupar mi sitio en el nivel etérico, la Madre María me dio la bienvenida. Me dijo: "Bienvenido, hijo mío" y me agradeció que rezase el rosario dedicado a ella. Me sorprendió que me diera las gracias. En su presencia se tiene la sensación de que te envuelve el amor materno más intenso que podáis imaginar. Sentí como si, de algún modo, ella hubiera sanado mi alma para el trayecto que tenía que recorrer. Fue ella quien esparció el aroma de flores en mi cubículo del hospital cuando fallecí.

A la Madre María se la reverencia incluso en el cielo por sus numerosos intentos de interceder por este planeta. Su rosario es como un imán que hace descender la intercesión celestial. No debéis dejar de rezarlo. Ella no ha olvidado lo que implica la crianza y educación de los hijos y la lucha en este planeta. No hay que ignorar sus avisos. Le preocupa que la Tierra no sea capaz de superar sus horas más oscuras.

***Libro: Mensajes desde el Retiro de Saint Germain. Sorprendentes revelaciones sobre la vida después de la muerte, el propósito de vivir y el futuro de la Tierra. Autora: Patricia Kirmond. Porcia Ediciones***

www.ccsaintgermain.org


sábado, 9 de octubre de 2010

El buscador de la verdad




Malungputra, un buscador de la verdad, acudió a Buda. Buda le preguntó:
- ¿Qué andas buscando?
-Busco mi yo. Ayúdame -dijo Malungputra.
Buda le pidió que prometiera hacer todo lo que se le indicara. Malungputra se echó a llorar y dijo:
-¿Cómo voy a prometer nada? No soy. Todavía no soy, así que ¿cómo puedo prometer? No sé lo que voy a ser mañana. No tengo ningún yo que pueda prometer, así que no me pidas imposibles. Lo intentaré. Eso es lo máximo que puedo decir, que lo intentaré. Pero no puedo decir que haré lo que tu me digas, porque ¿quién va a hacerlo? Lo que busco es eso que puede prometer y cumplir una promesa. Todavía no lo soy.
- Malungputra - dijo Buda-, te he pedido eso para oír esto. Si hubieras prometido, te habría rechazado. Si hubieras dicho "te prometo que lo haré", yo habría sabido que no eres un auténtico buscador de la verdad, porque un buscador debe saber que aún no es. De lo contrario, ¿qué sentido tendría buscar? Si ya eres, no hay necesidad. No eres! Y si uno puede sentir eso, el ego se evapora.

***Libro: Conciencia, la clave para vivir en equilibrio. OSHO.***