Los monjes del desierto afirmaban que era necesario dejar que la mano de los ángeles actuase. Para ello, de vez en cuando, hacían cosas absurdas, como hablar con las flores o reírse sin razón.
Los alquimistas siguen las "señales de Dios"; pistas que muchas veces no tienen sentido, pero que terminan llevándonos a algún lugar.
Dice el maestro:
No tengas miedo de que te llamen loco; haz algo hoy que no concuerde con la lógica que aprendiste. Altera un poco ese comportamiento serio que te enseñaron a tener. Ese pequeño detalle, por insignificante que sea, puede abrir las puertas a una gran aventura, humana y espiritual.
***Libro: MAKTUB. Paulo Coelho. Ediciones Planeta De Agostini.***
No hay comentarios:
Publicar un comentario