REIKI, la energía vital universal, no se puede explicar o comprender por medio de la lógica de la razón.
REIKI es la fuente de curación, el amor necesario para sanar, es luz en la oscuridad del corazón y de las instituciones
REIKI necesita tiempo. Se tiene que tener paciencia y entregarse uno mismo para dejar que REIKI fluya a través de nosotros. No es como una pastilla que se toma, para luego continuar trabajando con estrés.
REIKI nos ayuda a tener tranquilidad, relajación y una nueva postura ante la vida.
REIKI es una forma de sanación y apoyo para cambiar conductas y hábitos indeseables, equilibrando nuestra energía vital.
El objetivo básico de un tratamiento REIKI, es armonizar el REI (energía del universo) con el KI (energía vital interna de todos los seres vivos). El REIKI se caracteriza por su sencillez y efectividad; puede ser utilizado por cualquier persona con unos requisitos mínimos, percibiendo claramente sus resultados desde el primer momento.
En REIKI se trabaja directamente con el campo energético del paciente, canalizando hacia sus cuerpos sutiles y su Yo Superior la energía amorosa y sanadora del Creador. El REIKI incide en los bloqueos energéticos que perturban la libre circulación de la energía en su ser, restaura y armoniza sus sistemas (circulatorio, nervioso, endocrino, linfático, etc.) mostrándole el camino de vuelta hacia la salud, la alegría, la tranquilidad, la integración y el amor.
En los últimos años del siglo XIX, Mikao Usui, un monje cristiano originario de la ciudad de Kyoto, Japón, lo redescubrió y debido a ello, se emplean en esta técnica algunos vocablos del idioma Japonés.
LAS DOS REGLAS BÁSICAS DEL REIKI:
1. Todas las personas tratadas deben pedir su propio tratamiento o dar su permiso para recibir REIKI; ya que la libertad y el libre albedrío son los pilares fundamentales de la evolución humana y nadie debería interferir en la voluntad de otra persona.
2. Todo tratamiento debe ir acompañado de un intercambio de energía entre transmisor y receptor, sea de la clase que sea. Así, el receptor se involucra en su propia sanación.
LOS CINCO PRINCIPIOS DEL REIKI:
1. Sólo por hoy no te preocupes.
2. Sólo por hoy no te irrites.
3. Sólo por hoy sé amable con todos los que te rodean y respeta a todo ser viviente.
4. Sólo por hoy realiza tu trabajo honestamente.
5. Sólo por hoy agradece todos los dones de tu vida.
REIKI Y LAS MANOS:
Las manos son muy importantes ya que actúan como receptoras y transmisoras de energía, a través de los puntos Lao-gong que se encuentran en las palmas de las manos y que funcionan como chakras secundarios. Al efectuar el tratamiento, las manos del transmisor funcionan como un radar móvil que percibe el estado energético del receptor, recogiendo sensaciones como frío, hormigueo, calor, vibración, vacío, movimiento, pulsación, etc.
Bibliografía:
- Brigitte Müller y Horst H. Günter. REIKI: Cómo curar con la energía cósmica. Ediciones Obelisco.
- José María Jiménez Solana. Libro completo de REIKI. Gaia Ediciones.
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